El reto de comunicar datos geoespaciales
Cuando el dato necesita una voz
Los datos geoespaciales son un insumo fundamental para la gestión territorial, la planificación del desarrollo y la formulación de políticas públicas. Sin embargo, comunicar estos datos –traducirlos, narrarlos, darles vida y hacerlos atractivos para el lector– ha sido el desafío de los últimos cuatro meses.
La información geoespacial es compleja por naturaleza: exige capacidades técnicas, formación, metodologías rigurosas y marcos institucionales que no siempre resultan familiares para quienes toman decisiones, y mucho menos para el ciudadano de a pie. Por eso, la comunicación se convierte en un puente indispensable entre el dato y la acción.
En The Power of Maps, Denis Wood recuerda que los mapas –y, por extensión, los datos geográficos– “no solo representan la realidad, sino que la construyen” (Wood, 1992). Esta idea ha acompañado todo este proceso: comunicar datos geoespaciales no es únicamente publicarlos, sino ayudar a que las personas comprendan qué significan para su vida, para su territorio y para su futuro. Eso exige claridad, sensibilidad y un entendimiento profundo del contexto.
Aterrizar en un ecosistema técnico con una estructura comunicacional incipiente
En julio de 2025 se encontró un ecosistema altamente técnico, robusto en metodologías, visores, estándares y procesos, pero con una estructura comunicacional aún incipiente. Había mucho conocimiento, pero muy poco había sido traducido en narrativas accesibles; y ese desafío –aunque se ha avanzado– sigue siendo parte del camino.
Ese desbalance entre producción técnica y comunicación se relaciona con Jesús Martín-Barbero y sus reflexiones sobre la mediación cultural del conocimiento.
En De los medios a las mediaciones, Martín-Barbero advierte un desplazamiento del discurso hacia una mirada excesivamente técnica: “Desde mediados de los setenta se abre paso otra figura precedida de este discurso: ‘Ya está bien de ideología y de denuncias, seamos serios y empecemos a hacer ciencia’...”. (Martín-Barbero, 1987, p. 222).
Ese “paradigma cientifista” destaca el reto que enfrentaba la ICDE: un modelo técnico impresionante, pero una dificultad para convertirlo en digerible para todos los públicos. La comunicación debía convertirse, entonces, en una mediación que permitiera humanizar lo geoespacial, abrirlo, narrarlo y ponerlo al alcance de entidades estatales, territorios, academia y comunidades.
Construir una estrategia: la vía estratégica 9 “Comunicación y Compromiso” del PEIGN
La incorporación de esta vía estratégica se basa en el Marco Integrado de Información Geoespacial de las Naciones Unidas (UN-IGIF, 2023), cuya Vía Estratégica 9 –Communication and Engagement– señala que ningún programa geoespacial puede sostenerse sin relaciones efectivas y colaborativas con sus partes interesadas.
El Plan Estratégico de Información Geográfica Nacional (PEIGN 2024–2027) adoptó esta visión para mapear a los actores, entender sus necesidades y promover la apropiación social del dato como base de la confianza pública y la colaboración interinstitucional.
La vía estratégica 9 comprende cuatro proyectos:
- P1. Caracterización de Actores
- P2. Plan de Uso y Apropiación
- P3. Estrategia de Participación
- P4. Sistema de Monitoreo
Resultados tangibles: crecimiento, educomunicación y comunidad
El crecimiento digital de la ICDE durante 2025 fue notable. En solo cuatro meses, su red principal –Instagram– pasó de 154 seguidores en julio a más de 900 en noviembre. Las publicaciones alcanzaron más de 45.000 visualizaciones, 1.600 interacciones y más de 1.000 nuevos seguidores en total.
La educomunicación se consolidó como eje de la estrategia. Barbas (2012) la define como un campo interdisciplinar que integra educación y comunicación, conocido también como educación mediática, pedagogía de la comunicación o media literacy.
Los videos, carruseles, notas de prensa y piezas educomunicativas fortalecieron el aprendizaje y aumentaron el tráfico al portal ICDE, especialmente durante lanzamientos de cursos, webinars y espacios formativos.
Los avances evidencian una relación fortalecida entre la ICDE y sus grupos de interés. Se consolidó un documento de caracterización de actores, se implementó el esquema de monitoreo del PEIGN y se incrementó la participación de comunidades beneficiarias. Además, se avanzó en tableros de control en el portal ICDE para el seguimiento de planes sectoriales.
Como lo afirma Nicole Vaughan en Spacial Media, “GIS is no longer just about mapping physical locations... It is a powerful platform for data visualisation, digital engagement, scenario planning, and community storytelling” (Vaughan, 2025).
Comunicar datos geoespaciales implica articular lo técnico con lo público, lo científico con las decisiones y la información con transformaciones reales en los territorios. Cuando la comunicación se integra de manera estratégica –con contenidos educomunicativos y claridad narrativa– los datos dejan de ser insumos aislados y se convierten en herramientas para la gestión territorial.
El propósito de la ICDE es que la información geoespacial sea útil, comprensible y pertinente para todos los actores; que permita decisiones informadas y consolide una cultura del dato en Colombia. El reto continúa, pero también la oportunidad de construir un país que decide con datos.
Bibliografía
- Wood, D. (1992). The Power of Maps.
- Martín-Barbero, J. (1987). De los medios a las mediaciones. https://perio.unlp.edu.ar/.../de_los_medios_a_las_mediaciones.pdf
- Marco Integrado de Información Geoespacial de las Naciones Unidas, UN-IGIF (2023). https://ggim.un.org/UN-IGIF/...
- Vaughan, N. (2025). How Geospatial Storytelling Is Transforming Engagement. https://www.spatialmedia.io/news/world-gis-day...
- Barbas, A. (2012). Educomunicación: desarrollo, enfoques y desafíos en un mundo interconectado. https://dialnet.unirioja.es/.../4184243
- Shannon, C. y Weaver, W. (1964). The Mathematical Theory of Communication. https://monoskop.org/.../The_Mathematical_Theory_of_Communication.pdf
